Biblia Todo Logo
La Biblia Online

- Anuncios -





1 Samuel 25:8 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

8 Pregúntales a tus criados, y ellos mismos te lo confirmarán. Por tanto, te agradeceré que recibas bien a mis hombres, pues este día hay que celebrarlo. Dales, por favor, a tus siervos y a tu hijo David lo que tengas a mano”».

Ver Capítulo Copiar


Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Pregunta a tus criados, y ellos te lo dirán. Hallen, por tanto, estos jóvenes gracia en tus ojos, porque hemos venido en buen día; te ruego que des lo que tuvieres a mano a tus siervos, y a tu hijo David.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Pregunta a tus propios hombres, y te dirán que es cierto. Así que, ¿podrías ser bondadoso con nosotros, ya que hemos venido en tiempo de celebración? Por favor, comparte con nosotros y con tu amigo David las provisiones que tengas a la mano».

Ver Capítulo Copiar

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Pregúnta a tus sirvientes y te lo dirán. Ten pues hoy un gesto de amistad con mis muchachos ya que llegamos en un día de fiesta. Por favor, dales a tus servidores y a tu hijo David lo que te dicte tu corazón'.

Ver Capítulo Copiar

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Pregunta a tus mozos y te lo dirán. Por tanto, hallen favor estos jóvenes ante tus ojos, porque en buen día hemos venido, te ruego que des a tus siervos y a tu hijo David lo que halles a mano.

Ver Capítulo Copiar

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Pregunta a tus criados y te lo dirán. Que estos jóvenes cuenten con tu favor, ya que hemos llegado en un día de fiesta. Dales, te ruego, lo que encuentres a mano a tus siervos y a tu hijo David''.

Ver Capítulo Copiar




1 Samuel 25:8
9 Referencias Cruzadas  

Por eso los judíos de las zonas rurales —los que viven en las aldeas— celebran el catorce del mes de adar como día de alegría y de banquete, y se hacen regalos unos a otros.


como el tiempo en que los judíos se libraron de sus enemigos, y como el mes en que su aflicción se convirtió en alegría, y su dolor en día de fiesta. Por eso debían celebrarlos como días de banquete y de alegría, compartiendo los alimentos los unos con los otros y dándoles regalos a los pobres.


Comparte lo que tienes entre siete, y aun entre ocho, pues no sabes qué calamidad pueda venir sobre la tierra.


Dad más bien a los pobres de lo que está dentro, y así tendréis todo limpio.


Padre mío, mira el borde de tu manto que tengo en la mano. Yo corté este pedazo, pero a ti no te maté. Reconoce que yo no intento hacerte mal ni traicionarte. Tú, sin embargo, me persigues para quitarme la vida, aunque yo no te he hecho ningún agravio.


Cuando los hombres de David llegaron, le dieron a Nabal este mensaje de parte de David y se quedaron esperando.


Pero una vez más el Señor lo llamó: ―¡Samuel! Él se levantó, fue adonde estaba Elí y le dijo: ―Aquí estoy; ¿para qué me has llamado? ―Hijo mío —respondió Elí—, yo no te he llamado. Vuelve a acostarte.


Síguenos en:

Anuncios


Anuncios


¡Síguenos en WhatsApp! Síguenos