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1 Samuel 14:24 - Biblia Nueva Versión Internacional 2017

24 Los israelitas desfallecían de hambre, pues Saúl había puesto al ejército bajo este juramento: «¡Maldito el que coma algo antes del anochecer, antes de que pueda vengarme de mis enemigos!» Así que aquel día ninguno de los soldados había probado bocado.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

24 Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había juramentado al pueblo, diciendo: Cualquiera que coma pan antes de caer la noche, antes que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había probado pan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Ahora bien, ese día los hombres de Israel quedaron agotados porque Saúl los había puesto bajo juramento diciendo: «Que caiga una maldición sobre cualquiera que coma antes del anochecer, antes de que me vengue por completo de mis enemigos». De manera que nadie comió nada en todo el día,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 En el momento en que los israelitas estaban cercados por todas partes, Saúl había declarado solemnemente delante de todo el pueblo: '¡Maldito sea el que coma algo antes del anochecer, antes de que me haya vengado de mis enemigos!' Y todo el pueblo se quedó en ayunas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Pero los hombres de Israel fueron puestos en apuros aquel día; pues Saúl había conjurado al pueblo, diciendo: ¡Maldito aquel que coma alimento antes de anochecer, para que yo tome venganza de mis enemigos! Por lo cual ni uno del pueblo probó bocado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Estaban aquel día los israelitas extenuados. Saúl había conjurado al pueblo: '¡Maldito quien coma algo antes del atardecer, antes de que me vengue de mis enemigos!'. Por ello, nadie de la tropa probó bocado.

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1 Samuel 14:24
19 Referencias Cruzadas  

Él es el Dios que me vindica, el que pone los pueblos a mis pies.


Con la boca el impío destruye a su prójimo, pero los justos se libran por el conocimiento.


Ninguna persona así consagrada podrá ser rescatada, sino que será condenada a muerte.


»Si alguien hace uno de esos juramentos que se acostumbra a hacer a la ligera, y sin saberlo jura hacer bien o mal, ha pecado. Pero, al darse cuenta, será culpable de haber hecho ese juramento.


Entonces el pueblo de Israel hizo este voto al Señor: «Si tú nos aseguras la victoria sobre este enemigo, destruiremos por completo sus ciudades».


—aquí el sacerdote pondrá a la mujer bajo el juramento del voto de maldición—, que el Señor haga recaer sobre ti la maldición y el juramento en medio de tu pueblo, que te haga estéril, y que el vientre se te hinche.


Puedo declarar en favor de ellos que muestran celo por Dios, pero su celo no se basa en el conocimiento.


Si alguno no ama al Señor, quede bajo maldición. ¡Marana ta!


En aquel tiempo, Josué hizo este juramento: «¡Maldito sea en la presencia del Señor el que se atreva a reconstruir esta ciudad! Que eche los cimientos a costa de la vida de su hijo mayor. Que ponga las puertas a costa de la vida de su hijo menor».


Solo cuando Israel se hizo fuerte pudo someter a los cananeos a trabajos forzados, aunque nunca pudo expulsarlos del todo.


«Cuando los príncipes de Israel toman el mando, cuando el pueblo se ofrece voluntariamente, ¡bendito sea el Señor!


Al llegar todos a un bosque, notaron que había miel en el suelo.


¡El Señor y Salvador de Israel me es testigo de que, aunque el culpable sea mi hijo Jonatán, morirá sin remedio! Nadie se atrevió a decirle nada.


Pero Saúl insistió: ―Decidle a David: “Lo único que el rey quiere es vengarse de sus enemigos, y como dote por su hija pide cien prepucios de filisteos”. En realidad, lo que Saúl quería era que David cayera en manos de los filisteos.


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