Más adelante, el mismo profeta encontró a otro hombre y le dijo: «¡Golpéame!» Así que el hombre lo golpeó y lo hirió.
Luego se encontró con otro hombre, y le dijo: Hiéreme ahora. Y el hombre le dio un golpe, y le hizo una herida.
Luego el profeta se dirigió a otro hombre y le dijo: «¡Golpéame!». Así que el hombre lo golpeó y lo hirió.
El profeta fue a buscar a otro compañero y le dijo: '¡Pégame!' El hombre comenzó a pegarle y lo dejó herido.
Luego se encontró con otro hombre y le dijo: ¡Golpéame ahora! Y el hombre lo golpeó y le ocasionó una herida.
Encontró después a otro hombre y le dijo: '¡Hiéreme, por favor!'. Este hombre le dio un golpe y lo hirió.