Para nada cuenta estar o no estar circuncidado; lo que importa es cumplir los mandatos de Dios.
La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.
Pues no tiene importancia si un hombre ha sido o no circuncidado. Lo importante es cumplir los mandamientos de Dios.
Porque lo que importa no es el haber sido circuncidado o no, sino el observar los mandamientos de Dios.
La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de los mandamientos de Dios.
La circuncisión no es nada y nada es tampoco la no circuncisión; lo que vale es el cumplimiento de los mandamientos de Dios.