Proverbios 28:9 - Biblia Nueva Traducción Viviente

⁹ Dios detesta la oración del que no hace caso de la ley.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

⁹ El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁹ El que se niega a escuchar la Ley, hasta su oración indispone a Dios.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁹ Al que aparta sus oídos de oír la Ley, Aun su oración le será abominable.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁹ Quien se tapa los oídos para no escuchar la ley, hace que su plegaria sea abominación.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

⁹ El que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominable.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

⁹ Dios rechaza las oraciones de los que no lo obedecen.

Proverbios 28:9 Referencias Cruzadas

Salmos 109:7

Cuando llegue el momento de juzgar su caso, que lo declaren culpable. Tomen como pecados sus oraciones.

Salmos 66:18

Si no hubiera confesado el pecado de mi corazón, mi Señor no me habría escuchado.

Salmos 94:20

¿Acaso pueden los líderes injustos afirmar que Dios está de su lado, los líderes cuyos decretos permiten la injusticia?

Proverbios 10:3

El Señor no dejará que el justo pase hambre, pero se niega a satisfacer los antojos del perverso.

Proverbios 15:8

El Señor detesta el sacrificio de los perversos, pero se deleita con las oraciones de los íntegros.

Proverbios 21:13

Los que tapan sus oídos al clamor del pobre tampoco recibirán ayuda cuando pasen necesidad.

Proverbios 21:27

El sacrificio del malvado es detestable, sobre todo cuando lo ofrece con malas intenciones.

Isaías 41:24

¡Pero no! Ustedes son menos que nada y no pueden hacer nada en absoluto. Quienes los escogen se contaminan a sí mismos.

Jeremías 14:12

Cuando ellos ayunen no les prestaré atención. Cuando me presenten sus ofrendas quemadas y las ofrendas de grano, no las aceptaré. En cambio, los devoraré con guerra, hambre y enfermedad.

Juan 9:31

Sabemos que Dios no escucha a los pecadores pero está dispuesto a escuchar a los que lo adoran y hacen su voluntad.