Hechos 9:26 - Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁶ Cuando Saulo llegó a Jerusalén, trató de reunirse con los creyentes, pero todos le tenían miedo. ¡No creían que de verdad se había convertido en un creyente!

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

²⁶ Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁶ Al llegar a Jerusalén intentó juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, pues no creían que fuese realmente discípulo.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁶ Habiendo llegado a Jerusalem, intentó° juntarse con los discípulos, pero todos tenían temor de él, y no creían que era° discípulo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁶ Llegado a Jerusalén, intentaba unirse a los discípulos; pero todos le temían y no creían que fuera discípulo.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

²⁶ Y cuando Saulo vino a Jerusalén, intentó juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que él era discípulo.

Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁶ Saulo se fue a la ciudad de Jerusalén, y allí trató de unirse a los seguidores de Jesús. Pero estos tenían miedo de Saulo, pues no estaban seguros de que en verdad él creyera en Jesús.

Hechos 9:26 Referencias Cruzadas

Mateo 24:10

Muchos se apartarán de mí, se traicionarán unos a otros y se odiarán.

Hechos 26:20

Primero les prediqué a los de Damasco, luego en Jerusalén y por toda Judea, y también a los gentiles: que todos tienen que arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y demostrar que han cambiado, por medio de las cosas buenas que hacen.

Hechos 4:23

Tan pronto como quedaron libres, Pedro y Juan volvieron adonde estaban los demás creyentes y les contaron lo que los sacerdotes principales y los ancianos les habían dicho.

Hechos 9:19

Después comió algo y recuperó las fuerzas. Saulo se quedó unos días con los creyentes en Damasco.

Hechos 9:25

De modo que, durante la noche, algunos de los creyentes lo bajaron en un canasto grande por una abertura que había en la muralla de la ciudad.

Gálatas 2:4

Incluso esa cuestión surgió solo a causa de unos supuestos creyentes —en realidad, falsos— que se habían infiltrado entre nosotros. Se metieron en secreto para espiarnos y privarnos de la libertad que tenemos en Cristo Jesús. Pues querían esclavizarnos y obligarnos a seguir los reglamentos judíos,