Tú nos respondes fielmente con portentos, ¡oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra y de las islas lejanas!
Tú, el que afirma los montes con su poder, Ceñido de valentía;
Con tu poder formaste las montañas y te armaste de una fuerza poderosa.
tú que fijas los montes con tu fuerza y que te revistes de poder.
Tú, el que afirma las montañas con su fortaleza, Ceñido de valentía;
Con prodigios formidables nos socorres, Dios de nuestras victorias, esperanza de los confines de la tierra y los mares remotos.