Pues en la muerte no se hace memoria de ti, y en el “seol,” ¿quién te alabará?
Me he consumido a fuerza de gemir; Todas las noches inundo de llanto mi lecho, Riego mi cama con mis lágrimas.
Estoy agotado de tanto llorar. Toda la noche inundo mi cama con llanto; la empapo con mis lágrimas.
Extenuado estoy de tanto gemir, cada noche empapo mi cama y con mis lágrimas inundo mi lecho.
Estoy agotado de tanto gemir, Todas las noches inundo° mi lecho; Con mis lágrimas empapo mi cama.
No se tiene de ti memoria entre los muertos, y en el seol, ¿quién puede darte gracias?