Cada palabra de sus labios es un pecado en su boca. Pero quedarán presos en su arrogancia y en las maldiciones y mentiras que profieren.
Acábalos con furor, acábalos, para que no sean; Y sépase que Dios gobierna en Jacob Hasta los fines de la tierra. Selah
¡Destrúyelos en tu enojo! ¡Arrásalos por completo! Entonces todo el mundo sabrá que Dios reina en Israel.
En tu furor aplástalos, destrúyelos y que ya no existan más. Entonces se sabrá que Dios reina en Jacob y hasta los confines de la tierra.
¡Acábalos en indignación, acábalos para que no sean más, Y sépase hasta los confines de la tierra Que ’Elohim gobierna en Jacob! Selah
Las palabras de sus labios son siempre pecado, son presa del orgullo, y perjurio y traición es lo que hablan.