Son más estimables que el oro acrisolado, más dulces que la miel, que el jugo de los panales.
Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón.
Sirven de advertencia para tu siervo, una gran recompensa para quienes las obedecen.
También son luz para tu siervo, guardarlos es para mí una riqueza.
Tu siervo es además amonestado por ellos, En guardarlos hay grande galardón.
deseables más que el oro y que el metal precioso, más dulces que la miel y que el jugo del panal.