Al que saluda a voces al vecino de madrugada, por maldición se le cuenta.
El que bendice a su amigo en alta voz, madrugando de mañana, Por maldición se le contará.
Un saludo alegre y en voz alta temprano en la mañana ¡será considerado una maldición!
Si uno desea el bien a su vecino gritándole muy fuerte, a lo mejor le desea el mal.
Quien a gritos bendice de madrugada a su prójimo, Puede reputársele por maldición.
El que a voces saluda a su prójimo muy de mañana es como si lo maldijera.