Hay quien está siempre codiciando, pero el justo da con largueza.
Hay quien todo el día codicia; Pero el justo da, y no detiene su mano.
Hay quienes se la pasan codiciando todo el tiempo, ¡pero a los justos les encanta dar!
El impío ambiciona todo el día, mientras que el justo da sin medida.
Todo el día desea y más desea, Pero el justo da y no escatima.
El malvado pasa el día deseando, mientras el justo da sin reserva.