Hacer el mal es para el necio cosa de juego, y lo es para el sensato ser sabio.
El hacer maldad es como una diversión al insensato; Mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento.
Al necio le divierte hacer el mal, pero al sensato le da placer vivir sabiamente.
Al insensato le gusta meditar el mal, y al hombre prudente, cultivar la sabiduría.
El necio se divierte con las trampas, El hombre prudente, con la sabiduría.
El necio disfruta con las trampas, como el inteligente con la sabiduría.