La compré por quince siclos de plata, un “jómer” de cebada y un “letej” de vino.
La compré entonces para mí por quince siclos de plata y un homer y medio de cebada.
Así que la recuperé pagando quince piezas de plata, cinco canastas de cebada y una medida de vino.
Recuperé, pues, a mi esposa, pagando por ella quince monedas de plata y una carga y media de cebada.
Me la compré por quince siclos° de plata Y un homer° y un letek° de cebada,°
Yo la adquirí por quince siclos de plata, más un jómer y medio de cebada,