Todos lloraban y plañían por ella. Les dijo El: No lloréis, porque no está muerta; es que duerme.'
Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.
La casa estaba llena de personas que lloraban y se lamentaban, pero Jesús dijo: «¡Dejen de llorar! No está muerta; solo duerme».
Los demás se lamentaban y lloraban en voz alta, pero Jesús les dijo: 'No lloren; la niña no está muerta, sino dormida.
Y todos lloraban y lamentaban por ella. Pero Él dijo: No lloréis, porque no ha muerto,° sino duerme.
Todos lloraban y se lamentaban por ella. Pero él dijo: 'No lloréis más; no ha muerto, sino que está durmiendo'.