Se les abrieron los ojos y le reconocieron, y desapareció de su presencia.
Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.
De pronto, se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Y, en ese instante, Jesús desapareció.
En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.
Entonces les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron, pero Él se les hizo invisible.
Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron; pero él desapareció de su vista.