Haced propósito de no preocuparos de vuestra defensa,
Proponed en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa;
Así que no se preocupen de antemano por cómo contestarán los cargos en su contra,
Tengan bien presente que no deberán preocuparse entonces por su defensa.
Por tanto, proponed en vuestros corazones no ensayar para defenderos,
Por consiguiente, fijad bien en vuestro corazón que no debéis preocuparos de cómo os podréis defender;