(15) He ahí al hipopótamo, creado por mí, como lo fuiste tú,! que se apacienta de hierba como el buey.
Adórnate ahora de majestad y de alteza, Y vístete de honra y de hermosura.
Bien, vístete de tu gloria y esplendor, de tu honor y majestad.
Vamos, adórnate con majestad y grandeza, cúbrete de esplendor y de gloria,
¡Adórnate de gloria y majestad! ¡Vístete de honra y hermosura!
Adórnate, pues, de gloria y de honor; revístete de esplendor y majestad.