¿Por qué, como Dios, me perseguís vosotros también, y no os hartáis de mis carnes?
¿Por qué me perseguís como Dios, Y ni aun de mi carne os saciáis?
¿Me perseguirán ustedes también como lo hace Dios? ¿No me han despellejado ya bastante?
¿Por qué me persiguen tan cruelmente como Dios y no quedan satisfechos con mi carne?
¿Por qué como Dios me perseguís, Y no os hartáis de escarnecerme?
¿Por qué me perseguís, como Dios, sin hartaros aún de mi carne?