luego el huracán muda de dirección y pasa. Es un criminal que hace de la fuerza su dios.
Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios.
Arrasan como el viento y desaparecen. Pero son profundamente culpables, porque hicieron de su propia fuerza un dios».
¡Y así pasa y se va como el viento...! ¡Su fuerza es su dios!
Pero luego mudará su espíritu y se enfurecerá, y pecará, por cuanto ha hecho de su poder su dios.
Después cambia el viento y pasa. No tiene más dios que su fuerza.