Multiplicaste tus prostituciones desde la tierra de Canaán hasta Caldea, y ni con todo esto te saciaste.
Multiplicaste asimismo tu fornicación en la tierra de Canaán y de los caldeos, y tampoco con esto te saciaste.
Por si fueran pocos tus amantes, también te abrazaste a Babilonia, el territorio de los mercaderes, pero ni aun así quedaste satisfecha.
Multiplicaste tus desórdenes en un país de mercaderes, en Caldea, y allí tampoco te sentiste satisfecha.
Multiplicaste tus fornicaciones desde la tierra de Canaán hasta Caldea, pero ni aun así te saciaste.
Multiplicaste luego tu prostitución en el país de los mercaderes, en Caldea, pero ni aun así te hartaste.'