Tus vestidos no se envejecieron sobre ti, ni se hincharon tus pies durante esos cuarenta años,
Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.
En todos esos cuarenta años, la ropa que llevabas puesta no se gastó, y tus pies no se ampollaron ni se hincharon.
Ni tu vestido se ha gastado, ni tu pie se ha lastimado a lo largo de estos cuarenta años.
No se desgastó el vestido que llevabas, ni se te hincharon los pies durante esos cuarenta años.