Díjole, pues: “¿Crees que yo soy un perro para venir contra mí con un cayado?” “No — contestó David —, eres todavía peor que un perro.”
Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses.
—¿Soy acaso un perro —le rugió a David— para que vengas contra mí con un palo? Y maldijo a David en nombre de sus dioses.
El filisteo dijo a David: '¿Acaso soy un perro para que vengas a atacarme con palos? El filisteo maldijo a David por todos sus dioses,
Y el filisteo preguntó a David: ¿Soy yo acaso un perro para que vengas a mí con palos? Y el filisteo maldijo a David invocando a su dios.
Dijo entonces el filisteo a David: '¿Soy yo acaso un perro, para que vengas a mí con palos?'. Y el filisteo, invocando a sus dioses, maldijo a David.