Juan 7:32 - Biblia Lenguaje Sencillo (Nuevo Testamento)

³² Los fariseos oyeron lo que la gente decía. Entonces ellos y los sacerdotes principales enviaron a unos guardias del templo para que arrestaran a Jesús.

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

³² Los fariseos oyeron a la gente que murmuraba de él estas cosas; y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³² Cuando los fariseos se enteraron de lo que las multitudes andaban murmurando, ellos y los principales sacerdotes enviaron guardias del templo para arrestar a Jesús.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³² Los fariseos se enteraron de los comentarios que hacía la gente sobre Jesús y, de acuerdo con los jefes de los sacerdotes, enviaron guardias del Templo para detenerlo.

La Biblia Textual 3a Edicion

³² Oyeron los fariseos a la gente comentando estas cosas de Él, y los principales sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que lo prendieran.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³² Al enterarse los fariseos de que el pueblo rumoreaba esto acerca de él, los pontífices y los fariseos enviaron guardias para prenderlo.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³² Los fariseos oyeron al pueblo que murmuraba de Él estas cosas; y los príncipes de los sacerdotes y los fariseos enviaron alguaciles para que le prendiesen.

Juan 7:32 Referencias Cruzadas

Mateo 12:14

Entonces los fariseos salieron de la sinagoga y comenzaron a hacer planes para matar a Jesús. Jesús, servidor de Dios

Mateo 23:13

Jesús les dijo a los fariseos y maestros de la Ley: '¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes les cierran la puerta del reino de Dios a los demás. Y ni entran ustedes, ni dejan que otros entren.

Juan 11:46

Pero otros fueron a ver a los fariseos, y les contaron lo que Jesús había hecho.

Juan 7:30

Algunos hombres de Jerusalén quisieron arrestar a Jesús, pero no pudieron, pues todavía no había llegado el momento de que todos supieran quién era.

Hechos 5:26

Entonces el jefe de los guardias y sus ayudantes fueron y arrestaron de nuevo a los apóstoles, pero no los maltrataron porque tenían miedo de que la gente se enojara y los apedreara.