Levítico 8:1 - La Torah

¹ Adonai habló así a Moisés:

Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

¹ Habló Jehová a Moisés, diciendo:

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Entonces el Señor le dijo a Moisés:

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Yavé habló a Moisés para decirle:

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Luego habló YHVH a Moisés, diciendo:

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Habló Yahveh a Moisés diciéndole:

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹ Y Jehová habló a Moisés, diciendo:

Levítico 8:1 Referencias Cruzadas

Éxodo 28:1

Manda acercarse a ti de en medio de los israelitas a tu hermano Aarón, con sus hijos, para que ejerza mi sacerdocio: Aarón, con Nadab y Abihú, Eleazar e Itamar, hijos de Aarón.

Éxodo 28:41

Vestirás así a tu hermano Aarón y a sus hijos; los ungirás, los investirás y los consagrarás para que ejerzan mi sacerdocio.

Éxodo 29:1

Para consagrarlos a mi sacerdocio has de proceder con ellos de esta manera. Toma un novillo y dos carneros sin defecto,

Éxodo 29:29

Las vestiduras sagradas de Aarón serán, después de él, para sus hijos, de modo que, vestidos con ellas, sean ungidos e investidos.

Éxodo 29:9

ceñirás a Aarón y a sus hijos las fajas y les pondrás las mitras. A ellos les corresponderá el sacerdocio por decreto perpetuo. Así investirás a Aarón y a sus hijos.

Éxodo 39:32

Así fue acabada toda la obra de la Morada y de la Tienda del Encuentro. Los israelitas hicieron toda la obra conforme a lo que Adonai había mandado a Moisés. Así lo hicieron.

Éxodo 40:12

Después mandarás que Aarón y sus hijos se acerquen a la entrada de la Tienda del Encuentro y los lavarás con agua.

Levítico 7:38

que Adonai prescribió a Moisés en el monte Sinaí, el día en que mandó a los israelitas que presentaran sus ofrendas a Adonai en el desierto del Sinaí.

Levítico 8:2

'Toma a Aarón y con él a sus hijos, y también las vestiduras, el óleo de la unción, el novillo para el sacrificio por el pecado, los dos carneros y el canastillo de los ázimos;

Números 3:3

Estos eran los nombres de los hijos de Aarón, que fueron ungidos sacerdotes, y cuyas manos fueron consagradas para ejercer el sacerdocio.