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Éxodo 4:8 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

8 Si aconteciere, que no te creyeren, ni oyeren la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.

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Más versiones

Biblia Reina Valera 1960

8 Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 El Señor le dijo a Moisés: —Si no te creen ni se convencen con la primera señal milagrosa, se convencerán con la segunda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Si no te creen -le dijo Yavé- y no los convence el primer prodigio, te creerán con el segundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y sucederá que si no te creen, ni obedecen la advertencia de la primera señal, creerán la advertencia de la última señal.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 'Así, pues, si no te creen y no te escuchan en virtud del primer prodigio, se convencerán por el segundo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

8 Si aconteciere, que no te creyeren, ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.

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Éxodo 4:8
10 Referencias Cruzadas  

Y cuando el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.


Porque él es el que hace la plaga, y él la ligará; el hiere, y sus manos curan.


Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras del SEÑOR que le enviaba, y todas las señales que le había dado.


Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno; y él volvió a meter su mano en su seno; y volviéndola a sacar del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne.


Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río, y las derramarás en tierra; y se volverán aquellas aguas que tomarás del río, se volverán sangre en la tierra.


Porque mandamiento tras mandamiento, mandamiento sobre mandamiento, renglón tras renglón, renglón tras renglón; un poquito allí, otro poquito allá;


Pero aun habiendo hecho delante de ellos tantas señales, no creían en él.


Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.


Y él respondió: Yo te ruego, que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.


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