¡Dio rienda suelta a su furor! No les perdonó la vida, sino que los entregó a la muerte;
Dispuso camino a su furor; No eximió la vida de ellos de la muerte, Sino que entregó su vida a la mortandad.
Se enfureció contra ellos; no perdonó la vida de los egipcios, sino que los devastó con plagas.
Dio rienda suelta a su cólera, no preservó sus vidas de la muerte y los entregó a la peste.
Cuando dispuso camino a su ira, Y no eximió sus almas de la muerte, Sino que entregó sus vidas a la pestilencia,
Dio a su enojo rienda suelta, no ocultó a la muerte sus personas, destinó sus vidas a la peste.