No sea que desgarren mi alma cual león, Y me destrocen sin que haya quien me libre.
Si no lo haces, me atacarán como leones, me despedazarán y no habrá quien que me rescate.
No sea que me atrapen como un león, y me arrastren sin que nadie me salve.
No sea que desgarre mi alma cual león, Que despedace, y no haya quien libre.
Señor, mi Dios, en ti confío: líbrame tú de cuantos me persiguen, ponme en salvo.