8 (9) ¡soy como un extraño y desconocido para mis propios hermanos!
Extraño he sido para mis hermanos, Y desconocido para los hijos de mi madre.
Hasta mis propios hermanos fingen no conocerme; me tratan como a un extraño.
me volví como un extraño a mis hermanos, un desconocido para los hijos de mi madre.
He venido a ser extraño para mis hermanos, Y extranjero para los hijos de mi madre.
Por tu causa es, ciertamente, el que yo sufra vejación y que me cubran el rostro las afrentas,