3 (4) pues tú eres mi refugio. ¡Eres como una torre fuerte que me libra del enemigo!
Porque tú has sido mi refugio, Y torre fuerte delante del enemigo.
porque tú eres mi amparo seguro, una fortaleza donde mis enemigos no pueden alcanzarme.
Llévame a la roca muy alta para mí, pues tú eres mi refugio, una torre poderosa ante el enemigo.
Porque Tú has sido mi refugio, Torre fuerte frente al enemigo.
Del extremo de la tierra clamo a ti, con corazón desfallecido: condúceme a la roca inaccesible.