8 (10) Lléname de gozo y alegría; alégrame de nuevo, aunque me has quebrantado.
Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.
Devuélveme la alegría; deja que me goce ahora que me has quebrantado.
Mas tú quieres rectitud de corazón, y me enseñas en secreto lo que es sabio.
¡Hazme oír gozo y alegría, y regocíjense los huesos que abatiste!
Tú quieres la verdad en lo profundo y me enseñas saber, en lo secreto.