Levántate, Señor y Dios mío, ¡despierta! Hazme justicia, ponte de mi parte.
Muévete y despierta para hacerme justicia, Dios mío y Señor mío, para defender mi causa.
¡Despierta! ¡Levántate en mi defensa! Toma mi caso, Dios mío y Señor mío.
Despiértate y levántate, que es tiempo de juzgar. Señor, Dios mío, toma mi defensa.
¡Despierta y alértate a mi defensa, Dios mío y Señor mío, para defender mi causa!
Despierta y recuerda, en favor de mi derecho, mi Dios y mi Señor, en defensa de mi causa.