No, él nunca duerme; nunca duerme el que cuida de Israel.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.
En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece.
jamás lo rinde el sueño o cabecea el guardián de Israel.
He aquí no se adormecerá ni dormirá, El que guarda a Israel.
no duerme, cierto, ni dormita el guardián de Israel.