¡que lo cubra como un vestido y lo oprima como un cinto!
Séale como vestido con que se cubra, Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.
Ahora, que sus maldiciones se vuelvan en su contra y se le peguen como la ropa; que le aprieten como un cinturón».
Que sea como un manto que lo envuelva, un cinturón que lo apriete sin cesar.
¡Séale cual vestido que lo cubra, Y como cinto que lo ciña siempre!
que le sirva de manto que lo envuelva y de faja perenne que lo ciña.