5 (6) La piel se me pega a los huesos de tanto gemir.
Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado a mi carne.
Por mi gemir, quedé reducido a piel y huesos.
con lo fuerte de mis sollozos, a través de la piel se ven mis huesos.
Al son de mis gemidos La piel° se me pega a los huesos.
Abatido, como la hierba, mi corazón se seca y hasta de comer mi pan me olvido.