El que se pone terco cuando lo reprenden, pronto será destruido sin remedio.
El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.
Quien se niega tercamente a aceptar la crítica será destruido de repente sin poder recuperarse.
El hombre que se encapricha a pesar de las advertencias será derribado de un golpe y sin remedio.
El hombre que, reprendido, endurece la cerviz, Será quebrantado de repente, y no habrá para él medicina.
Quien ante los reproches se rebela será aniquilado de repente y sin remedio.