El que cumple la ley de Dios es un hijo inteligente, pero el que anda con glotones es la vergüenza de su padre.
El que guarda la ley es hijo prudente; Mas el que es compañero de glotones avergüenza a su padre.
Los jóvenes que obedecen la ley son sabios; los que tienen amigos desenfrenados traen vergüenza a sus padres.
Un muchacho inteligente observa la Ley, el que frecuenta a los libertinos es la vergüenza de su padre.
El que observa la Ley es prudente, El que se junta con disolutos, avergüenza a su padre.
Quien observa la ley es hijo inteligente, quien anda con juerguistas deshonra a su padre.