Pon toda tu atención en mí, hijo mío, y mira con buenos ojos mi ejemplo;
Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.
Oh, hijo mío, dame tu corazón; que tus ojos se deleiten en seguir mis caminos.
Atiéndeme, hijo mío, no pierdas de vista el camino que te indico.
Dame, hijo mío, tu corazón, Y observen tus ojos mis caminos,
Confía en mí, hijo mío; disfruten tus ojos en mis sendas.