De deseos se muere el perezoso, porque sus manos no quieren trabajar;
El deseo del perezoso le mata, Porque sus manos no quieren trabajar.
Por mucho que desee, el perezoso acabará en la ruina, porque sus manos se niegan a trabajar.
Los deseos del flojo sólo pueden matarlo, porque sus manos se niegan a trabajar.
Los deseos del perezoso lo matan, Pues sus manos no quieren trabajar,
Los deseos del perezoso son su muerte, porque sus manos se niegan a trabajar.