Ser padre de un necio trae solo dolor; ser padre de un tonto no es ninguna alegría.
El que engendra al insensato, para su tristeza lo engendra; Y el padre del necio no se alegrará.
Los padres de un necio sufren; no hay alegría para el padre de un rebelde.
El que echa un tonto al mundo le pesará; el padre del insensato no tendrá de qué alegrarse.
El que engendra a un insensato, para su propia tristeza lo engendra, Y el padre de un necio no tendrá alegría.
Engendrar un necio va en propio perjuicio, no tiene alegría el padre del fatuo.