El insolente no ama al que le reprende, ni busca la compañía de los sabios.
El escarnecedor no ama al que le reprende, Ni se junta con los sabios.
Los burlones odian ser corregidos, por eso se alejan de los sabios.
Al burlón no le gusta que lo reprendan, por eso evita la compañía de los sabios.
El escarnecedor no ama al que lo reprende, Ni frecuenta a los sabios.
No quiere el insolente ser reprendido; por eso no trata con los sabios.