El justo dice cosas agradables; el malvado, solo cosas perversas.
Los labios del justo saben hablar lo que agrada; Mas la boca de los impíos habla perversidades.
Los labios del justo hablan palabras provechosas, pero la boca del malvado habla perversidad.
La bondad se hospeda en los labios del justo, y la corrupción, en la boca de los malvados.
Los labios del justo destilan benevolencia, Pero la boca de los impíos, maldad.
Los labios del justo destilan bondad; la boca de los malvados, perversidad.