pero el que me preste atención, vivirá en paz y sin temor de ningún peligro.»
Mas el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
En cambio, todos los que me escuchan vivirán en paz, tranquilos y sin temor del mal».
Pero el que me escucha dormirá en paz, no tendrá que temer la desgracia.
Pero el que me oiga, habitará confiadamente, Y estará tranquilo, sin temor del mal.
Pero quien me escucha morará seguro, vivirá tranquilo, sin miedo a la desdicha.