»Manténganse ustedes despiertos —añadió Jesús—, porque no saben ni el día ni la hora.
Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.
»¡Así que ustedes también deben estar alerta! Porque no saben el día ni la hora de mi regreso.
Por tanto, estén despiertos, porque no saben el día ni la hora.
Velad pues, ya que no sabéis el día ni la hora.°
Velad, pues; porque no sabéis el día ni la hora.