Dijo también: —Lo que sale del hombre, eso sí lo hace impuro.
Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre.
Y entonces agregó: «Es lo que sale de su interior lo que los contamina.
Así Jesús declaraba que todos los alimentos son puros. Y luego continuó: 'Lo que hace impura a la persona es lo que ha salido de su propio corazón.
Y decía: Lo que sale del hombre es lo que contamina al hombre.
Y seguía diciendo: 'Lo que sale del interior del hombre, eso es lo que contamina al hombre.