Pero ellos se quedaron callados. Entonces él tomó al enfermo, lo sanó y le dijo que se fuera.
Mas ellos callaron. Y él, tomándole, le sanó, y le despidió.
Como ellos se negaron a contestar, Jesús tocó al hombre enfermo, lo sanó y lo despidió.
Pero ninguno respondió. Jesús entonces se acercó al enfermo, lo curó y lo despidió.
Pero ellos callaron. Y agarrándolo,° lo sanó y lo despidió,
Ellos permanecieron callados. Tomó entonces al hidrópico de la mano, lo curó y lo despidió.