Pero el anciano le respondió: —Sé bienvenido. Yo me haré cargo de todo lo que necesites. No voy a permitir que pases la noche en la plaza.
Y el hombre anciano dijo: Paz sea contigo; tu necesidad toda quede solamente a mi cargo, con tal que no pases la noche en la plaza.
—Serán bienvenidos en mi casa —les dijo el anciano—. Yo les daré todo lo que pudiera faltarles; pero no se les ocurra pasar la noche en la plaza.
El anciano le dijo entonces: 'No te preocupes, yo te daré lo que necesites, pero no pases la noche en la plaza.
Y aquel hombre anciano dijo: ¡Paz sea contigo! Toda tu necesidad estará exclusivamente a mi cargo, sólo que no pases la noche en lugar abierto.
Le dijo entonces el anciano: '¡La paz sea contigo! Corre de mi cargo todo lo que necesites; pero no pases la noche en la plaza'.