Dios me hundirá en el fango, y hasta mi ropa sentirá asco de mí.
Aún me hundirás en el hoyo, Y mis propios vestidos me abominarán.
me hundirías en un pozo lleno de lodo, y mis propias ropas sucias me odiarían.
tú me hundirías en las inmundicias, y mis propias ropas tendrían horror de mí.
Aun así me hundirás en el lodo cenagoso, Y mis propias vestiduras me aborrecerán.
me hundirías aún más en la basura, hasta que mi propia ropa me asqueara.