Ni aun sus servidores celestiales merecen toda su confianza. Si hasta en sus ángeles encuentra Dios defectos,
He aquí, en sus siervos no confía, Y notó necedad en sus ángeles;
»Si Dios no confía en sus propios ángeles y acusa a sus mensajeros de necedad,
¿Será puro algún mortal a los ojos de su Hacedor? Ni siquiera en sus servidores Dios confía, El, que descubre fallas en sus mismos ángeles.
He aquí que en sus siervos no confía, Y a sus ángeles imputa insensatez,
Si a sus servidores no se confía y en sus mismos ángeles descubre faltas,