Por medio del sufrimiento, Dios salva al que sufre; por medio del dolor lo hace entender.
Al pobre librará de su pobreza, Y en la aflicción despertará su oído.
Pero por medio del sufrimiento, él rescata a los que sufren, pues capta su atención mediante la adversidad.
Dios salva al miserable por su misma pobreza, y le enseña por medio del sufrimiento.
Con la aflicción Él salva al afligido, Le abre sus oídos con el sufrimiento.
En cambio, él salva al pobre por su pobreza, le abre los oídos mediante la desgracia.